Vivimos una época complicada en los últimos meses. En este tiempo que ha influido directamente en las relaciones, debemos prestar más atención que nunca a las relaciones y a la convivencia. De un día para otro tuvimos que quedarnos en casa saltando de relaciones personales a relaciones virtuales. Al fin y al cabo, después de seis meses hemos vuelto a reunirnos en la ikastola, contentos y entusiasmados. Pero, ¿cómo ha influido todo esto en cada uno de nosotras y nosotros y en el grupo?
Por todo ello, desde el bienestar individual, la ikastola quiere ser un espacio para crear relaciones igualitarias y enriquecedoras: reflexionando juntos sobre lo vivido, dando espacio y palabra a los sentimientos, pensando, aprendiendo, creando y transformando juntos.
Hace cuatro años que pusimos en marcha el proyecto KiVa en la ikastola. Kiva, bullying o programa innovador contra el acoso escolar que se ha desarrollado a través de investigaciones punteras sobre el acoso y sus mecanismos.
El programa Kiva tiene tres objetivos principales: prevención, intervención y seguimiento.
De forma sistemática, en el aula conocemos y elaboramos las características del acoso, saltando de la reflexión a la acción, subrayando la importancia de las palabras y actitudes individuales en el grupo, incidiendo en el grupo.
Pero no hay un esfuerzo preventivo que elimine de raíz el acoso, así que cuando se dé a conocer un caso de acoso, el programa KiVa nos ha dado las herramientas que podremos utilizar. Y por último, KiVa nos ayuda a hacer un seguimiento continuo de las situaciones de relación en la ikastola y de los cambios que se producen con el tiempo.
Queremos que nuestros alumnos y alumnas sean protagonistas en la transformación continua. Protagonistas sanos y constructivos. Para conseguir esto es imprescindible cuidar el aspecto emocional, educar la inteligencia emocional. Y en esto seguiremos trabajando en la ikastola.
¡Sentir, pensar, hacer!
